¿Quién soy?, soy una chica de barrio, de una población cualquiera de este país, tengo una familia monoparental como tantas en este lugar, pero no tengo grandes traumas por esas cosas.

Vivo una vida tranquila y pacífica jajaj no, en realidad vivo una vida extaña, llena de recovecos y errores, de baches y puntos altos como es el recorrer de todos por este mundo.

Experiencias amargas y dulces llenan el baúl de los recuerdos donde se acumulan, quizá en que recóndito lugar de la memoria, todas aquellas cosas que quisiera olvidar y no puedo, y todas aquellas también, que quisiera recordar más a menudo.

Soy enojona y gruñona, pero lo parezco más de lo que soy en realidad, tampoco soy la fuerte mujer que creen, o que parezco ser. Soy o intento al menos ser autosuficiente, entretendida, simpática y alegre, ejecutiva y dinámica, y aunque me digan que le quita magia al cuento, soy tremendamente sensible con las cosas que tocan las fibras de mi corazón.

Qué difícil es andar por este mundo con tu saco de preocupaciones y problemas a cuestas... intento a menudo sentarme y dejar que el mundo corra, que la gente se agite por llegar un par de minutos más temprano que tarde... Quisiera tener más tiempo para hacer las cosas que me gustan y para estar con quienes quiero, para estar en soledad y reflexionar sobre las cosas simples que me suceden a menudo y que voy descubriendo paso a paso por este sendero lleno de piedras.

No quiero correr tras sueños ni castillos en el aire, claro que tengo planes, claro que quiero cosas, tengo metas y lucho para cumplirlas, pero vivir en pos de algo que no llega no me parece cuerdo. Prefiero vivir y disfrutar lo que tengo ahora, a quienes tengo a mi lado y compartir, entregar lo que puedan aprender de mi, de mis experiencias, historias y anhelos, recoger lo mismo para lograr un aprendizaje mayor.

Soy chucheta, lo sé, y no me da lo mismo, pero por modismos, adopción o lo que sea, los garabatos salen a veces de mi boca (otras con demasiada frecuencia) no con la intención de agredir o perjudicar a alguien, pero cuando esas palabras, rudas y agresivas, cargadas de otros sentidos detrás, llegan a la boca de personas que me rodean son tan molestos que prefiero evitarles, y me recrimino a mi misma el no olvidar el léxico vulgar con el que te desenvuelves en la calle o en el día a día, pero al menos lo intento.

Me cargan las injusticias, pero por sobre todo, me carga la agresión, el clima de violencia y de egoísmo que hay en el día a día... No me gusta la gente que ataca al otro con o sin motivos, no creo que la gente que le desea la muerte a otro en una discusión se merezca siquiera seguir discutiendo... pero me provoca igual reflexiones, tener altura de miras y comportarse como personas civilizadas y educadas no es un pecado en estos días (al menos para mi).

¡Qué lata pararte del asiento en la micro o en el metro porque viene una señora con niños, o un anciano a tu lado!! Claro que da lata, cuando vienes cansado del trabajo, cuando tu mochila cargada de preocupaciones abrumantes te pesa sobre los hombros, pero qué lata hacerse el tonto!!

Claro, la tolerancia. Sí, soy tolerante, a veces, gracias, cuando la cosa parece un chiste o es por primera vez bien, cuando es por segunda ya es menos gracioso, pero cuando es todos los días y a cada rato me parece demasiado.

No quiero dejar de ser yo, no quiero dejar de estremecerme con el sonido de una guitarra lenta y parsimoniosa, no quiero dejar de emocionarme al ver a mis amigos avanzar sin sentir envidia por no estar en su lugar, no quiero convertir mi corazón en una piedra y volverme fría y manipuladora, una mujer con una calculadora en vez de corazón, no quiero dejar de sonreir cuando recuerdo algo gracioso para que la gente no vea mi lado débil.

No pretendo creerme lo que no soy, soy una chica de barrio, crecí viendo a las "viejas" conversando en la esquina, hablando de todo el mundo a sus espaldas, y entre ellas mismas, las "amiguis" también. Cero respeto. Me molestan los cahuines, oye mira, que dijo este, que dijo el otro, que a él le dijo un amigo que este otro había dicho tal o cual cosa... puajjj... pensé que la gente que me rodeaba era de otro tipo, de otra clase, pero veo que un valor intrísico del "ser humano" (si es que puedo llamarle así) es validarse ante los otros con descalificaciones, con invenciones, y por último con la carencia de valores que luego defienden a brazo partido.

No hablo mal de quien alguna vez fue mi amigo (y no escupo al cielo porque me cae en la cara), lealtad, no, no es lealtad, es simplemente ser consecuente con tu propia palabra... no se lo diré a nadie... hable con confianza que de aquí no sale... palabra de mujer, palabra de caballero... no comprendo por qué, luego de que hirieron tu ego crucificas a tu "nuevo enemigo público número uno" por hacer algo que haces luego!!! ¿¿Con qué moral soy capaz de enjuiciar a una persona (me haya agredido o no) si luego utilizo las mismas actitudes o peores en su contra???!!!

No cabe en mi cabeza sino culpar a la incultura, la mala educación en sus casas, la falta de valores, de conciencia, o de cerebro puedan hacer que la gente que hace o dice esas cosas lo hace sin saber, sin maldad, principalmente por ignorancia... quiero creer que el ser humano no es malo en el fondo, sino que sus terribles experiencias de vida lo van esculpiendo en una prisión de roca y no pueden salir de ahí.

Quiero salir y hacer lo que quiera sin molestar al resto, caminar a las 4 de la mañana por la calle sin preocupaciones, quiero abrazar, besar, y hacer el amor con quien se me antoje si esa es mi decisión, no creo que porque alguien no quiera o no pueda hacer lo mismo (o por sus convicciones no lo haga) tenga el derecho de crucificar mi forma de vivir, pensar, sentir... Insisto, quiero más tolerancia, conmigo y con el resto... yo intento hacer algo de eso cada día, de avanzar en estas cosas que a mi me molestan para tratar de no hacerlas a los demás.

Lo cortés no quita lo caliente dicen Los Mox... quizá este mundo va hacia convertirse en ese baile de disfraces del que habla Fernando, donde no existe nada tras cada una de esas máscaras, detrás de esas caras de gentes-felices-que-disfrutan-de-su-vida-porque-tienen-plata-para-el-
carrete-del-fin-de-semana.... no quiero ser parte del grupito que genera lazos de dependencia extrema y que no salen si no va el amigo pegado a su codo... nunca he sido parte de estos grupos, quizá porque soy medio autista, o quizá simplemente porque no me interesa actuar en función de otro x, prefiero derivarme y ser una variable independiente en la ecuación de la vida.

De verdad creo que tanta cercanía es sólo aceptable en "la terrible época de estar "enamorado"", ahí tus valores y prioridades se trastocan y sólo vives en función de.. para y por otra persona... será eso el verdadero amor??? Tengo amigos y los quiero, me gusta verlos y estar con ellos, un tiempo, unos días, algunos fines de semana al mes, algunos meses del año, quizá soy yo la rara... Pero apegarse a un grupo, a tus amigos al grado de que las ideas se vuelven tan comunes que ninguno piensa por si mismo me parece casi una secta, si no hay nada más lindo que la tolerancia!!! Nada mejor que una buena conversación con puntos de vista diferentes

Me carga la gente que sigue la moda como una religión, o que cuando encuentran algún referente tan carente como ellos de sentido común, o de filtros de comunicación repite como loro todo lo que el resto hace o dice. la gente se vuelva masa, y sean un puñado de ovejitas siguiendo a un pastor (sean nazi, neonazi, antinazi, punk, trash, under, gótico, etc, etc, etc.) cada loco con su tema... sólo me parece que no es justo que molesten a los demás, que se disputen territorios, pertenencias como si fueran animales sin cerebro, que repitan ideologías que ni siquiera entienden, que desparramen conocimientos que les metieron en el cerebro a fuerza de repetirlos e inculcar odio y frases poco llenas de amor.

Mmmm creo que ese es el punto. Tampoco es cosa de andar amando a la gente por la vida, no pretendo vivir en un país rosadito (se han fijado que la gente simpre relaciona las cosas amorosas y tiernas con el color rosadito?? ni siquiera rosado sino que rosadito???) no sé qué tan cómoda me sentiría en un lugar donde todos andan abrazándose y queriéndose por la vida... pero qué tan difícil es tratar al resto con un poco de respeto y pensar que mis derechos terminan cuando estorbo, molesto, o irrumpo en el metro cuadrado del otro y paso a llevar sus derechos??

Quiero caminar por la vida sin que la gente me ande chocando por la calle sin ser capaces de disculparse por ir con prisa, quiero estar tranquila de saber que puedo escribir y decir lo que quiera porque aquel(lla) que me lea o escuche me comprenderá y escuchará aunque opine absolutamente diferente, y después no se irá diciendo cosas terribles de mi a mis espaldas, quiero caminar por el mundo con mi frente en alto porque ni la mitad de las cosas que dijeron, dicen o dirán de mi son ciertas, pero que lata que la gente repita como loro sin pararse a pensar antes que lo que van a decir puede no ser cierto...

Esto no es una declaración de guerra sino de principios, de marcar la cancha y determinar los espacios... yo no me meto contigo ni con tu vida, no existes para mi, entonces, tú no te metas conmigo ni mi vida, vivo en este metro cuadrado sin enterarme que existes, ahora si tu vives pendiente de lo que yo hago o digo, el que tiene un problema eres tú. Yo intentaré aprender a no ser, y a no hacer las cosas que a mi me molestan de ti, pero no te juzgaré (aunque tampoco justificaré) tus conductas, pues espero que lo mismo me hagas tú a mi.